El gobierno de la Ciudad
de Buenos Aires anunció, como todos los años, que desde el 1° de junio y hasta
el 31 de agosto se implementa el Operativo Frío para asistir a las personas en
situación de calle, con el fin de “proteger los grupos familiares y adultos frente
a las bajas temperaturas del invierno”. ”. Se trata de otra medida más del
maquillaje macrista, otra iniciativa promocionada con bombos y platillos por
los grandes medios hegemónicos que protegen a Macri por ser el más fiel
representante político de la derecha más reaccionaria.
Desde el Ministerio de Desarrollo Social
porteño, encabezado por Carolina Stanley, indican que el operativo incluye
viandas, comida caliente y frazadas, recorriendo las comunas con los móviles,
de lunes a domingo, como siempre".
También indicaron que el
programa se apoya "en la solidaridad de los vecinos, con su llamado al
108", la línea gratuita donde se puede gestionar la ayuda.
Sin embargo, los hechos, testarudos, siguen demostrando que Macri y el PRO siguen llevando adelante una política de exclusión y violencia contra los sectores populares, tratando a los indigentes de manera absolutamente opuesta a lo que publicitan. La ONG Proyecto 7 denuncia que “por año mueren alrededor de 100 personas que se encuentran en situación de calle, en la Ciudad”.
Esta semana, Página
12 publicó en su tapa una nota al respecto a raíz de que la Cámara Federal de
Casación rechazó un recurso de queja presentado por el jefe del PRO y confirmó
que debe seguir imputado en la causa por crear una fuerza de choque para el
desalojo de indigentes de la vía pública. En la nota se menciona que si bien la
UCEP fue disuelta, se han detectado cuadrillas del Ministerio de Ambiente y
Espacio Público con apoyo de la Policía Metropolitana que siguen desalojando
indigentes de las calles y arrojando sus pertenencias a la basura, aprovechando
su ausencia cuando salen a trabajar o a juntar cartón. El día anterior a que
esa nota fuera publicada, un fotógrafo de la Comisión de Cultura y Comunicación
había registrado el accionar de estas cuadrillas en el Parque Lezama. La
contundencia del registro fotográfico es concluyente. El cinismo
macrista sigue absolutamente vigente, protegido por los grandes intereses
corporativos mediáticos y judiciales. A Macri parece no hacerle mella estar
procesado por la justicia en la causa por los abusos y desalojos violentos a
indigentes cometidos por la ex Unidad de Control de Espacio Público (UCEP).
Integrantes de la ex UCEP están acusados de 17 casos de violencia contra
personas en situación de calle, incluido un abuso sexual agravado contra una
mujer embarazada.
El “nuevo operativo
limpieza”, esta vez en Parque Lezama, tiene, para variar, negocios macristas
detrás. La asamblea de Parque Lezama denuncia que el Gobierno de la Ciudad
pretende realizar una serie de modificaciones en el parque como el enrejado y
la eliminación de la cancha de fútbol y del anfiteatro “para instalar un
espejo de agua que afectará su uso actual y su función social”,
destruyendo las posibilidades de la apropiación del espacio público por parte
del pueblo y dejando al parque como un lugar ‘de paseo’ para turistas y para la
foto del Buenos Aires PRO.
Otro acto de exclusión
macrista, una muestra más de que en la ciudad estamos confrontando con el modelo
más antagónico al proyecto nacional y popular. Queda más claro que nunca el
contraste entre la mirada integradora y solidaria del Estado a nivel nacional,
en contraste con lo que está haciendo Macri en Buenos Aires. No con lo que dice
que hace. Con lo que hace. Para muestra, basta otra foto.





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