En la Ciudad
de Buenos Aires hay doce mil cuatrocientas
tres (12.403) personas de más de diez años que son analfabetas. En términos
porcentuales, no hay diferencias con respecto a 2006. Pero si miramos en números
reales, la cantidad de individuos que no saben leer y escribir ha crecido. En
contraste, el analfabetismo se redujo en el resto del país, tanto en valores
absolutos como relativos.
En el acuerdo
con ACIyJ, el jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, asumió
obligaciones y compromisos concretos a fin de dar una solución definitiva al
problema. El gobierno PRO se comprometió
a realizar todas las obras necesarias cuya fecha de finalización no excedería
el 2012. Por otra parte, antes del 31 de
marzo de 2011, el GCBA debía presentar un detalle de las nuevas obras adicionales
que se llevarían a cabo en los Distritos escolares N° 2, 3, 6, 7, 8,11, 12, 14
y 18, cuyas demandas de vacantes insatisfechas no podían ser resueltas con las tareas
individualizadas en el plan.
El gobierno de
la Ciudad no cumplió: no presentó el detalle de las obras adicionales y tampoco
se estableció la realización de acciones anexas para ningún otro distrito. Al
margen de este incumplimiento, incluso suponiendo que se finalicen las que se
encuentran en ejecución, miles de pibes seguirán en listas de espera para
acceder al nivel inicial en 2014.
Desigualdad
social y territorial en la ciudad PRO
Si analizamos
la educación en los grupos familiares vemos que: la mitad de los jefes de hogar
de la Ciudad cuenta con un nivel de instrucción igual o superior al universitario
incompleto, casi un tercio tiene secundario sin terminar, mientras que el
universo de los que sólo cuentan con el primario, concluido o no, ronda el 18%.
Sólo un 0,3% de los cabezas de hogar carece de instrucción.
A pesar de lo positivo
de estos datos en términos de nivel educativo, es importante notar la variación
que estas cifras muestran según las comunas. Las del Sur y la Comuna 1 (Retiro,
Puerto Madero, San Nicolás, San Telmo, Constitución) concentran la mayor
proporción de jefes de hogar sin instrucción. En la Comuna 4 (La Boca,
Barracas, Parque Patricios, Nueva Pompeya) representan el 34,6%. En estas zonas
también se registran las más altas proporciones de cabezas de hogar con nivel primario
incompleto y completo.
Las Comunas del
norte, por su parte, son las que detentan mayores niveles de jefes de hogar con
el universitario finalizado o no. En la Comuna 2 (Recoleta), por ejemplo, el 80%
ha realizado o concluido estudios universitarios mientras que en la Comuna 8
(Villa Soldati, Villa Riachuelo, Villa Lugano), este porcentaje desciende al
16,5%.
Como
fuerza política debemos despejar el humo amarillo del PRO para advertir que en
la Ciudad, la gestión de Macri no tiene política pública dedicada a superar la
pobreza mediante el acceso a la educación garantizado a toda la población. Todo
lo contrario: Los gremios docentes denuncian que el gobierno de la Ciudad viene
bajando el presupuesto educativo, que pasó del 30% hace 10 años a 21,7% este
año. El macrismo busca compensar la menor inversión reduciendo la matrícula de
la escuela pública y aumentando los subsidios a la
educación privada. Este año avanzó con más políticas de exclusión al
implementar el nuevo sistema de inscripción online o por teléfono para escuelas
públicas porteñas. Los docentes agrupados en UTE-Ctera denunciaron que la
medida es una barrera para las familias de menores recursos que pueden no tener
herramientas tecnológicas, como acceso a Internet;
Como parte de
la discusión de la campaña, tenemos la obligación de explicarle al ciudadano
que con la generación de un entramado cultural se puede aumentar la
inclusión social. Que mientras Macri destruye la educación pública en la
ciudad, el gobierno nacional y popular aumentó en
la década ganada el presupuesto en educación al 6,5% del PIB, estableció la enseñanza media obligatoria, se
crearon más de 1.500 escuelas y más de 50 universidades, 3 millones y medio de
jóvenes acceden a computadoras con el Programa Conectar igualdad, entre tantas otras medidas que junto con la
Asignación Universal por Hijo, hicieron que muchos más pibes vayan a la escuela. Que en
la ciudad de Buenos Aires se puede construir colegios, jardines y guarderías y
beneficiar a los sectores de clase media que hoy destinan una porción de sus
ingresos en gastos reservados a la educación de sus hijos. Pero para eso, hay que echar a la derecha de
la ciudad.
(Foto: kaiul-kaiul.blogspot.com.ar)
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