19 de septiembre de 2014

Nuevo Encuentro impulsa el reciclado de residuos electrónicos


José Campagnoli, legislador de Nuevo Encuentro, en las instalaciones de la Asociación Civil Basura Cero

Nuevo Encuentro Ciudad ha asumido como meta el importante desafío de poner en agenda de los vecinos una temática poco difundida, con graves consecuencias para nuestra salud y el ambiente, y que afecta especialmente a la Ciudad de Buenos Aires. Desde el año pasado y cada cuatro meses, el Frente Ambiental por la Inclusión impulsa una campaña de recolección de tecnología en desuso que se lleva a cabo en la mayoría de las comunas de la ciudad. El resultado de las tres campañas que se han realizado hasta ahora son más de tres toneladas de artículos obsoletos que se reincorporaron al ciclo productivo gracias a la labor de la Asociación Civil Basura Cero, que procesa en su planta los materiales acumulados.


Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) constituyen una de las problemáticas ambientales que requieren ser atendidas con mayor urgencia, ya que día a día aumenta la velocidad del recambio tecnológico, acelerando así el volumen del problema, en especial en las zonas con mayor poder adquisitivo y concentración demográfica, como lo es la Ciudad de Buenos Aires. Luego de superada la crisis económica de los años 2001 y 2002, el consumo de los electrónicos en Argentina alcanzó picos históricos. Primero creció fuertemente la venta de computadoras personales y luego, en 2004, explotó la venta de teléfonos celulares. El crecimiento sostenido del poder adquisitivo durante los últimos diez años ha contribuido de igual manera a un enorme incremento en el consumo, que tiene su doble filo sino prestamos la suficiente atención a sus consecuencias. 

Los aparatos tecnológicos contienen, entre otros contaminantes, metales pesados como cadmio, plomo y níquel. Durante su vida útil, estos componentes son inofensivos, ya que están contenidos en placas o cables, pero al ser desechados, si no reciben el tratamiento adecuado, reaccionan con el contacto del agua y la materia orgánica, liberando tóxicos al suelo y a las fuentes de aguas subterráneas. 

Actualmente, no existe una legislación nacional que regule la gestión de los RAEE, es decir que reciben el mismo tratamiento que un residuo domiciliario. A nivel nacional se producen, por año, 100 mil toneladas de estos residuos. De ese monto, podría reciclarse hasta el 96%. Sin embargo, el 90% del total termina en rellenos sanitarios o basurales, sin ningún tipo de procesamiento, según informa la Red de operadores del mercado de residuos y subproductos de la Argentina, (ESCRAP).

En 2012 perdió estado parlamentario un proyecto de ley nacional del entonces senador Daniel Filmus que establecía presupuestos mínimos para el tratamiento de los RAEE. Lamentablemente, el lobby de las grandes empresas logró dejar en suspenso el debate. La posta la ha tomado ahora nuestro legislador José Cruz Campagnoli, quien está trabajando un proyecto de ley que regule la disposición final de los RAEE a fin de que sean gestionados en forma diferencial de los residuos domiciliarios y no sean enviados a los rellenos sanitarios o simplemente arrojados a cielo abierto.

Siendo una temática que involucra de forma directa a grandes corporaciones, el rol que juega la opinión pública a la hora de hacer viable un proyecto regulatorio es fundamental. Así lo entiende la Licenciada en Gestión Ambiental y referente de Ambiente de Nuevo Encuentro Ciudad, Tamara Basteiro, quien afirma que "el objetivo de las campañas de recolección no es sólo aportar nuestro esfuerzo para contribuir a la reducción del problema socioambiental inmediato, sino también generar conciencia sobre la importancia del tema para que, con el apoyo de los vecinos, pueda legislarse una solución que dé por tierra con el lobby empresarial".  A su vez, el 60% de la basura electrónica se acumula en hogares, por lo que los vecinos suelen agradecer la posibilidad de liberar espacios de la casa que estaban ocupados con aparatos que no funcionan, están en desuso, o que han sido reemplazados por equipos nuevos.

Más allá de las mejoras ambientales y sanitarias, no deben perderse de vista los beneficios sociales que una gestión integral de los RAEE puede aportar. Al igual que sucede hoy con los residuos secos, debe concebirse como una nueva fuente de empleo para organizaciones sociales especializadas en el tema, así como una fuente de ingresos para el Estado. La Asociación Civil Basura Cero, además de brindar trabajo a 14 personas, organiza colectas de aparatos en desuso para armar computadoras nuevas que luego son donadas y también brinda talleres gratuitos sobre informática para jóvenes y jubilados.


Antes de fin de año se lanzará la cuarta campaña de recepción de tecnología en desuso. Algunos ejemplos de RAEE que podés ir guardando son: monitores, celulares, cargadores, calculadoras, lectoras de CD y hasta placas radiográficas.



1 comentario:

  1. Muy buen artículo. Bien fundamentado y bien escrito. Espero que contribuya a desarrollar una cultura que incorpore el cuidado del medio ambiente y a acercar ciudadanos sensibles a nuestro partido.

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