Perdiste esta vez Clarín - de Carlos Francisco Fernández
1 de noviembre de 2013
31 de octubre de 2013
Mi primer voto
Todo empezó a principio de este año cuando gracias a la nueva Ley de Voto Joven me dieron la posibilidad de votar a los 16 años.
Inicialmente no fue de mi agrado la noticia porque no estaba segura de hacerlo.
Fue pasando el tiempo y el día de las PASO se iba acercando cada vez más.
Si bien siempre fui kirchnerista no quería votar “copiando” lo que elegirían mis papás, por eso es que quise empezar a militar.
Así fue como el sábado 6 de julio, tras una charla previa con los coordinadores de Nuevo Encuentro comuna 6, arranqué a militar.
No sólo pude aprender de política sino que también pude encontrarme con un montón de compañeros maravillosos que me aceptaron y acompañaron desde el primer momento.
Una semana antes de las primarias, busqué en el padrón, en que mesa y escuela estaba pero tuve la mala noticia de no figurar en las listas. Nadie se podía imaginar la tristeza y la bronca que yo tenía.
De cualquier manera, eso no impidió que yo siguiera militando, al contrario, militaba de sol a sol con más fuerza y orgullo.
Ese domingo de elecciones me quedé en nuestro local de Donato Álvarez 567 junto a otros compañeros, desde las 7.30 hs hasta la noche por si alguno de los que estaban fiscalizando necesitaba algo.
Después de ese día yo seguía con bronca, estaba militando por mi partido y pensaba que en octubre otra vez no iba a poder votarlos, sentía que no era justo.
El jueves 24 de octubre llegué a mi casa y me encontré con una carta que decía “Le informamos a la señora Johanna Cimino que se encuentra en los padrones electorales de octubre”, miré a mi mamá, la abracé y gritando le dije “Má, puedo votar”
Inmediatamente se lo comuniqué a todos mis compañeros y lógicamente me ofrecí para fiscalizar.
Un día antes de las elecciones tuvimos la capacitación para fiscales. La verdad que me daba muchísimo miedo que las cosas me salgan mal, pero gracias al ánimo que me dieron los demás fiscales tuve coraje para seguir.
Lo más maravilloso de que me digan que podía votar, fue que lo hacía en homenaje a Néstor, en ese domingo tan especial, en el tercer aniversario de su partida. Fue un momento muy fuerte para mí, pero pensar en nuestro ex presidente que fue quien más me marcó políticamente, quien reconstruyó este país y le devolvió las ganas de participar a los jóvenes como yo, me dio fuerzas y energía para todo el día.
Este domingo 7.30hs llegué al Vieytes (colegio en donde fiscalizaba) junto al resto de los fiscales.
Tuve la suerte de estar en una mesa con autoridades responsables donde pude sentirme muy cómoda en mi tarea a lo largo de todo el día.
A las 14:00 hs, me comunicaron que uno de mis compañeros me estaba esperando para llevarme a votar, había llegado la hora, lo que soñé a lo largo de meses por fin se cumplió. Llegué al colegio (Santa Brígida) encontré la mesa, me ubiqué en la fila, y a la hora de entrar al cuarto oscuro lo primero que hice fue cerrar la puerta y pensar “Lo logré”.
Introduje la boleta en el sobre, salí, y a la hora de ingresarla en la urna me di cuenta que yo, gracias esta nueva ley, ya soy parte de esta sociedad y soy responsable de ahora en más para elegir a nuestros representantes.
Johanna “Toti” Cimino
30 de octubre de 2013
Néstor Vive, la Lucha Sigue!
Los resultados de las elecciones del domingo y el reciente
fallo de la Corte Suprema respecto de la Ley de Servicios de Comunicación
Audiovisual invitan a reflexionar no sólo sobre ambos acontecimientos sino
también sobre el vértigo esperanzador de la época.
En muchos de nosotros, la sensación de derrota en esa noche del domingo en que se cumplían tres años sin Néstor Kirchner pudo más que los
números duros que nos dicen que el Frente para la Victoria sigue siendo la
principal fuerza política del país con un caudal de votos mucho mayor a las
principales fuerzas opositoras. Pero el tablero de preguntas y análisis que se
fue armando desde el cierre de los comicios fue pateado con contundencia por el
resultado favorable en la lucha por la democratización de la comunicación en
nuestro país.
No se trata de otra victoria más de la sociedad en la
construcción de más y mejor democracia sino que constituye una lección de
importancia para pensar la política de cara a los próximos dos años. La ley de
Servicios de Comunicación Audiovisual es una batalla medular de la lucha del
conjunto del pueblo y contra el poder de las corporaciones que se oponen a esa
democratización de la sociedad para seguir defendiendo sus privilegios. Y es
bueno recordar que a pesar de que su elaboración contó con un grado de
participación popular jamás registrado en la historia y que fue aprobada con un
amplio respaldo de las fuerzas políticas parlamentarias (no solo del
oficialismo) el camino a su aplicación está cruzado por una serie de derrotas y
traspiés, particularmente en el plano judicial.
¿Qué nos queda para reflexionar sobre la situación?
Varias cosas, entre ellas recuperar verdades básicas como aquella que dice que
la única lucha que se pierde es la que se abandona. Y, ahondando en esa visión,
que en política los resultados nunca son absolutos. Pero también, que ante el
escenario adverso, no hubo “posturas conciliatorias” en la búsqueda de alguna
“síntesis” que permitiera “rescatar” o “salvaguardar” todo lo que ya se había
hecho en pos de la democratización de la palabra en nuestro país.
Por el contrario, ante los resultados adversos, se hizo
carne el “vamos por todo” al que nos convocó Cristina para profundizar los
alcances de este proyecto nacional y popular de inclusión para las mayorías. Se
impuso el convencimiento de la enorme justicia que implica la aplicaciónintegral de esta ley.
Vale entonces, esta simple idea para pensar los tiempos
que vienen. Si “a pesar de las bombas/ de los fusilamientos / los compañeros
muertos/ los desaparecidos /no nos han vencido”, menos nos debe derrotar el
ánimo un resultado electoral parcialmente adverso. No es cuestión de desconocer
los reclamos del pueblo en las urnas, pero sí de no confundirlos con las
demandas amplificadas de los sectores de poder que pretenden imponer su agenda
a partir de esa sensación de derrota que nos invadió. A no olvidarse, que si la
única verdad es la realidad, el conteo de votos sí sigue diciendo que el
gobierno sigue siendo la principal fuerza política, que mantiene la mayoría
parlamentaria que aún en los resultados más adversos, el caudal de votos no
baja de un piso duro que sigue apoyando este proyecto.
Pero por sobre todas las cosas, que del otro lado están
los que quieren terminar con este proyecto de inclusión social, de soberanía
nacional, de redistribución del ingreso, de independencia económica frente a los
grandes poderes financieros mundiales. Son los que quieren volver a las
relaciones carnales con Estados Unidos, los que dicen que “se gastan la plata
de la Asignación Universal por Hijo en vino”, los que demandan volver a las
privatizaciones, innumerables etc.
Sólo eso alcanzaría para despejarnos el panorama y saber
de qué lado estar, sabiendo además, que somos millones los que seguimos
defendiendo este proyecto.
27 de octubre de 2013
Néstor y yo, y nosotrxs
Me sentía la personificación del divorcio entre el decir y el hacer. ¿Cómo hacer la utopía? Pensaba en otras cosas. Siempre ocupada y culposa. Siempre desconfiada. Silvio y la nada. Qué flor de imbécil el zurdito del pasillo de Ramos. La revolución y el celular.
En diciembre de 2001 estaba embarazada. Gestando vida para parirla a un país de muerte. ¿A dónde iba a nacer ese pibe? ¿A dónde huir para que no nos alcanzaran las balas, la miseria, el fuego? Por espíritu cándido o vicios de formación académica, me encanta pensar en horizontes. Para mi bebé en la panza no había. O por lo menos era difícil divisarlos. Agité una cacerola. De esas que hoy me indignan. Eran parecidas porque yo no tenía hambre. Tenía miedo.
Y después los muertos. Los ranchos en cada plaza de la ciudad. Los mocosos descalzos en cada esquina. Eran mis mocosos, pero no podía confortarlos. No sabía. Me quedaba esperando. Protegiendo entre cuatro paredes mi pequeño patrimonio. Casita, hijitos.
25 de mayo de 2003. Que se vayan todos. Si no nos hacemos cargo de que la participación política es nuestra responsabilidad, nos vamos al tacho. Sarasa. Llegó el feo. Sí, llegó. De la nada. Del culo del mundo. No lo esperaba. No esperaba nada. Le desconfiaba profundamente.
Un buen día el chabón empezó a darle vuelta a la historia nefasta. Llevándola como marca y mirando hacia adelante. Extra, extra, hizo descolgar los cuadros de los hijos de puta. Bendini se negaba, y el tipo le dijo: oiga, hace rato que es tiempo. Proceda. Procedan. Procedamos. Tiempo de que vayan a la zona de penumbra. Como los bustos de la Rosada. Al rinconcito de la historia a pagar la justa pena de la justicia por lo inconmensurable del horror. Nosotros sí tenemos humanidad. Lo quise un cacho.
Y otro día, un mal día, vi a los tipos con los que yo laburaba, derramando la leche. Como quien puede elegir qué hacer con la leche. Que puede pensar en dársela a la tierra antes que a sus hijos. Y vi confusión, discusión. Y vi al flaco marcándoles la canchita a esos prepotentes. Lo quise querer más. Un poquito más por cada improperio oligarca que escuchaba.
De repente, me encontré prestando atención. Tenía expectativas. Buenas. Entonces llegó la ley de medios. Esa que en la facu te decían que nunca se iba a sancionar. Vení, firmá los 21 maravillosos puntos que a nadie le van a importar. Pero a Cristina le importaron y ocurrió el milagro: llegó el momento en que todos recelaron de lo que decía Clarín. Inédito. Qué ganas de festejar.
Se me abría una celebración en el pecho.
Hasta el 27. Me había despertado temprano para preparar algo rico para el censista. Tengo un fetiche con los actos cívicos. Me entusiasman. Y quería contrarrestar con bizcochuelo el discurso de TN. Desconfíe del docente que madrugó, le quiere robar doña. Es un plan sistemático del gobierno. Suena el teléfono. Mi hermano: poné la tele. ¿Para qué a esta hora? Poné te digo. Se murió. No entiendo.
Miedo otra vez. Malos. Muerte. Vamos a la Plaza. Ya mismo.
Y fuimos. En familia, ¿entendés?, con hermanos. Nos tentó cantar "somos de la gloriosa". No éramos, ¿pero a quién le importaba? Y lloramos. Y acompañamos su cortejo fúnebre y a Cristina con inmensa y honesta tristeza. Hoy sigue adentro. Pero también hay alegría y profunda gratitud.
Después del 27 de octubre de 2010 me convencí de una idea, elegí lo posible sobre lo perfecto, descubrí a tantas y tantos que entendían mi lenguaje. Y salí, de mi casa, de mí misma y encontré un abrazo compañero, un camino ineludible y un sueño. Por mandato popular, por comprensión histórica y por decisión política, gracias Néstor.
23 de octubre de 2013
José, el compañero
Quienes
militamos en Nuevo Encuentro tenemos el orgullo, la alegría y el compromiso de
poder militar la candidatura del compañero José Cruz Campagnoli. Tercero en la
lista de candidatos a legisladores porteños del Frente para la Victoria (FPV)
que encabeza el ex canciller Jorge Taiana, José Cruz Campagnoli integra la mesa de conducción del Frente Nuevo Encuentro en la Ciudad de Buenos Aires. Fue
presidente del Concejo Deliberante de Morón y director de la Oficina
Anticorrupción del Municipio de Morón.
LOS INICIOS
¿Cómo te
iniciaste en la militancia?
José
Cruz Campagnoli:
Yo vengo de una familia militante, mis viejos fueron militantes durante
muchísimos años. A los tres, cuatro años, ya vivía en medio de discusiones y
debates. Fui creciendo con la política como elemento constitutivo de mi vida.
Yo nací en el 76, en el inicio de la dictadura. Fui a mi primera marcha en los
hombros de mi viejo, con la apertura de la democracia. Ya en la secundaria, en
el 91, 92, empecé a dar mis primeros pasos en la militancia.
Estudié el ciclo básico en el
industrial y me eligieron delegado de mi curso. Era un momento de fuerte oposición a la Ley
Federal de Educación del menemismo, que achicaba el presupuesto de
Educación y eliminaba las carreras
técnicas, como parte de la estrategia de desindustrializar el país. Después
terminé el secundario en el Dorrego, un colegio más politizado. En cuarto año
fui delegado nuevamente y en quinto año se produjo una gran movida estudiantil
porque con la aplicación de la Ley cerraban cursos. Muchos de nosotros
terminamos de un día para otro al frente de asambleas de 500 pibes. Fue un proceso muy interesante por el
grado de movilización que existía, aún en el marco de la despolitización que se
vivía con el menemismo. Eran los años de la caída del bloque del Este, del "Fin
de la Historia", del liberalismo como modelo imperante. Era una etapa de mucha
angustia.
Entonces, para nosotros, en
Morón, fue una bocanada de aire fresco poder organizarnos y además ganar la
lucha, frente a autoridades que incluso tenían vínculos con la dictadura. Haber
ganado nos generó mucho entusiasmo. En ese contexto lo conocí a Martín Sabbatella,
que también había estudiado en el Dorrego y estaba participando en la juventud
del Frente Grande. Ese grupo que se formó en el colegio siguió organizado,
haciendo tareas solidarias, después empezamos a involucrarnos más en la
militancia política, en la juventud del Frente Grande.
En Morón se da una cosa
particular, porque el municipio estaba gobernado por Rousselot, el paradigma de
la corrupción menemista en la provincia de Buenos Aires. Un señor que andaba de
traje blanco con veinte guardaespaldas, que era el monumento a la corrupción y
a la impunidad. Y en Morón, Rousselot quiere implementar un plan cloacal que
era una estafa gigantesca. Se obligaba a los vecinos a adherirse a un convenio
para pagar las cloacas, y si no las podías pagar, te hipotecaban la casa.
Se generó un debate político
profundo. Nosotros salimos del secundario a intentar organizar la lucha vecinal en los distintos barrios de Morón. Yo tenía 18 años,
laburaba vendiendo libros. Yo recuerdo que lo que hice fue sacarme el
“enterito”, la remera de Sumo (tenía una o dos, que usaba siempre) me compré una
camisa y nos pusimos a organizar asambleas con vecinos que tenían en promedio
unos cincuenta años, todos discutiendo la manera de frenar la estafa de las
cloacas. Fue una experiencia importante que tuvo nuestra generación: de un día
para el otro pasamos de hablar en una asamblea con estudiantes a hablar ante
vecinos que tenían la edad de nuestros padres y abuelos. Fue una experiencia de
gran impacto.
Después de meses de confrontar,
con las patotas del intendente que venían a romper las asambleas a golpes,
también ganamos, frenamos el plan cloacal. En el 97 ganamos las elecciones. En
el Concejo Deliberante se armó una comisión investigadora contra Rousselot. Se
encontraron cosas como que se habían gastado todo el presupuesto destinado para
un construir un hospital en la base aérea de Morón, pero el hospital no
existía. Martín Sabbatella presidió la comisión que hizo juicio político y
destituyó a Rousselot en 1998. Vamos a elecciones en el 99 y ganamos la
intendencia. Martín tenía 29 años y yo 23.
LA GESTIÓN.
“Desde el primer día apuntamos a una
gobernabilidad distinta, con un Estado presente, preocupado por las
problemáticas de la sociedad, por las políticas sociales, sanitarias, de
derechos humanos”.
¿Cómo fue tu
experiencia particular en el gobierno de Morón?
José Cruz Campagnoli: La primera
tarea que me asignan es ser interventor en la Dirección de Tránsito. Desde el
primer día apuntamos a una gobernabilidad distinta, con un Estado presente,
preocupado por las problemáticas de la sociedad, por las políticas sociales,
sanitarias, de derechos humanos, que habían sido aniquiladas en el municipio. Y
teníamos que enfrentar a sectores que habían perdido privilegios y pretendían
recuperarlos. Sectores poderosos que creían que el Estado era de ellos. Grupos
que intentaron llevarse puesto al gobierno, incluso con violencia, tomas del
municipio, etc.. Y ahí Martín toma una definición, que hicimos nuestra: “nos puso el
pueblo con los votos, nos saca solamente el pueblo con los votos”. Y había un pueblo
decidido a acompañar, a defender ese proyecto.
En ese momento nos vamos del
Frente Grande y creamos Nuevo Morón, un partido local, que fue el embrión de lo que hoy es el Nuevo Encuentro. En ese momento yo fui secretario general del partido, del cual Martín era presidente, y en
diciembre de 2001 asumo la conducción de la oficina anti corrupción y de
atención al vecino del Municipio de Morón. Ahí tenía 25 años. En
el 2003 vamos a elecciones y tenemos un apoyo contundente de la población,
ganamos con más del 50% de los votos y más de 25 puntos de ventaja respecto del segundo.
Ahí asumí como concejal.
En ese mismo año asume Néstor
Kirchner y se empiezan a dar en el plano
nacional debates que a nosotros siempre nos movilizaron. En el 2004 se inauguró
el Centro de la Recuperación de la Memoria en la ex-Esma. Nosotros, en el 2000, en un contexto muy difícil (estaban De La Rúa como presidente y Ruckauf como gobernador), creamos en Morón el primer centro de la
memoria de Latinoamérica, donde había funcionado un centro clandestino de detención perteneciente a la Fuerza Aérea. Cuando Néstor Kirchner plantea que los
que más tienen paguen más impuestos, nos sentimos identificados, porque cuando
asumimos en Morón eliminamos las exenciones que Rousselot le había dado a los
grandes grupos económicos. Cuando Kirchner empieza a dar pasos en la
integración regional, también nos sentimos identificados, porque en el año 2000
integramos la red de Mercociudades, ciudades del países del Mercosur. Martín
fue secretario ejecutivo de esa red, con el fin de fomentar la integración
regional. Es decir, nos veíamos reflejados en las políticas que venía impulsando el
gobierno nacional. Ese proceso desató un debate muy profundo dentro de nuestra fuerza, que nos permitió hoy sentirnos plenamente kirchneristas.
“En el siglo
XXI, no hay nada más peronista que ser kirchnerista. Y no hay nada más de
izquierda que ser kirchnerista”.
¿Cómo viviste,
cómo sintetizás el camino por el cual Nuevo Encuentro se integra al
kirchnerismo?
José Cruz Campagnoli: Nosotros
sentimos una profunda conmoción cuando se debatió la resolución 125.
Defendíamos el aumento de las retenciones móviles y creíamos que había que diferenciar a los grandes de los pequeños productores. Pero estábamos
profundamente de acuerdo con el espíritu de la medida. Y cuando vimos que había
una plaza que bancaba las retenciones y había otra plaza de los dueños de la
tierra, no tuvimos dudas de dónde ubicarnos. Yo creo que ahí comenzamos a sentirnos kirchneristas, claramente. Ahí comenzó a madurar en nosotros la identidad kirchnerista. En el 2009, es cierto, que fuimos en la provincia de Buenos
Aires en listas separadas porque era la presentación nacional del Nuevo Encuentro como fuerza y estábamos en medio de un debate profundo como fuerza. Pero ya a los dos años
estábamos integrando la lista colectora acompañando la candidatura de Cristina.
Creo que fue un proceso lógico, que nos fue llevando a sentirnos plenamente kirchneristas. Como dice Martín, nosotros creemos que el
kirchnerismo es el nombre del campo popular en el siglo XXI, hijo del peronismo, pero en diálogo con otras tradiciones y culturas políticas. El kirchnerismo es hijo de la revolución de mayo de 1810, de la revolución del parque, del 17 de octubre, del Cordobazo, de la
resistencia a la dictadura. El kirchnerismo también es hijo de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y del 19 y 20 de diciembre de 2001. Y es todo lo que estamos
viviendo desde 2003 en adelante. En el siglo XXI, no hay nada más peronista que
ser kirchnerista. Y no hay nada más de izquierda que ser kirchnerista.
La derecha quiere terminar con el kirchnerismo. Como no pudieron evitar que nazca, quieren que termine lo antes posible. La derecha quiere escarmentar al pueblo argentino. Quieren que en las próximas décadas ningún laburante se considere con derecho a paritarias, ningún pibe con derecho a la asignación universal o a una netbook para estudiar, ni gobernantes que se animen a desoir los consejos del Fondo Monetario y los Estados Unidos.
La derecha quiere terminar con el kirchnerismo. Como no pudieron evitar que nazca, quieren que termine lo antes posible. La derecha quiere escarmentar al pueblo argentino. Quieren que en las próximas décadas ningún laburante se considere con derecho a paritarias, ningún pibe con derecho a la asignación universal o a una netbook para estudiar, ni gobernantes que se animen a desoir los consejos del Fondo Monetario y los Estados Unidos.
Pero el kirchnerismo tiene un
sentido histórico, que es alcanzar plenamente la justicia social que
venimos construyendo desde 2003.
En la próxima elección se elige
el nivel de apoyo que va a tener Cristina hasta 2015 para seguir poniendo
en marcha políticas favorables al conjunto del pueblo y también para construir
la victoria en las
presidenciales de los próximos dos años, porque todavía falta mucho por hacer en la Argentina.
El desafío
enorme es pensar una ciudad que tal vez no podamos disfrutar, pero sí nuestros
hijos y nietos.
¿Cómo fue tu
experiencia legislativa en Morón? ¿Qué políticas pueden ser repensadas para la
ciudad de Buenos Aires?
José Cruz Campagnoli: Creemos que
hay que fortalecer la Legislatura. Macri vetó 107 leyes, muchas de ellas
votadas por sus propios legisladores. Necesitamos involucrar a la sociedad en
los debates legislativos, para que el costo que pague Macri con sus vetos sea
mayor.
Macri es un vocero de los
intereses concentrados del país. El famoso círculo rojo que describe al centro
del poder, del establishment en Argentina lo tiene a él entre sus exponentes más
puros, es el que le hace los deberes a Clarín. Hay una tendencia de Macri de
privilegiar a los grandes grupos económicos en la ciudad, a través de las contrataciones del Estado. En definitiva, es lo contrario al tipo de Estado que
pensamos nosotros, para una Ciudad democrática, solidaria, plural.
Esta es una ciudad rica, con un
PBI per cápita similar al de grandes metrópolis desarrolladas. Sin embargo, hay
asimetrías muy grandes, la brecha entre los que menos ganan y los que más ganan se
amplió en los últimos años. Hay 200.000 personas que viven en villas,
mayoritariamente en la zona sur, que no han sido urbanizadas ni han tenido intervención alguna del Estado local. Es una ciudad asimétrica.
El gran desafío del kirchnerismo porteño es comenzar a pensarnos como alternativa
de gobierno. Hemos sido durante años una oposición férrea, coherente, que ha
enfrentado el enfoque de ciudad del PRO. Pero nos queda pendiente
empezar a pensarnos como fuerza capaz de gobernar la ciudad. Por lo tanto, hay
que organizarse para poder ampliar nuestra base electoral.
La ciudad tiene un presupuesto altísimo, con un
potencial gigantesco. Pero en los últimos años, ha sufrido un gobierno cuyo
objetivo fue convertir a Buenos Aires en plataforma electoral para que Mauricio
Macri sea presidente. Entonces, se ha pensado más en proyectos de alto impacto
en corto plazo que políticas de Estado con proyección para 20 o 30 años.
Hay que dar un profundo debate.
No solamente abordar los temas de salud y educación, sino también problemáticas
más complejas como el transporte, la inseguridad, las inundaciones, si nos pretendemos como
opción de gobierno dentro de dos años. El desafío del kirchnerismo, del Frente
para la Victoria, es poner en discusión qué ciudad queremos para las próximas décadas. Que se organice de otra forma, que urbanice las villas, pensar un sistema
de transporte integrado, ecológico, repensar el sistema de recolección de
residuos y las inequidades entre el norte y el sur. La ciudad produce 5000 toneladas diarias de basura y Macri incumple la ley de
Basura Cero, que plantea la separación de residuos reciclables, y por lo tanto, la disminución de residuos sólidos. Macri pone los
tachos de distintos colores pero después tira toda la basura en el mismo lugar.
La legislatura tiene que ser el
lugar en el que debatamos qué tipo de ciudad queremos. Pero no sólo en la
legislatura, tenemos que discutir en cada barrio para involucrar masivamente a
la población. Tenemos hombres y mujeres capaces de llevar adelante este
desafío. Es un orgullo compartir la lista con Jorge Taiana. Y Nuevo Encuentro
tiene mucho para aportar en la ciudad, hemos tenido un gran desarrollo en los
últimos años, con inserción en los barrios, en todo el movimiento estudiantil, en sindicatos. Somos
una fuerza de peso en la ciudad.
Y con esa vocación de construir
mayorías tenemos, que convencer a los vecinos y vecinas que el Frente para la
Victoria es la mejor opción para la ciudad. Y para convencer hay que escuchar
mucho, hay que recuperar la capacidad de escucha con los vecinos, buscar las
coincidencias, bancar las diferencias. El kirchnerismo ha desarrollado una gran
cantidad de políticas de ampliación de derechos en la Argentina, derechos
económicos, sociales, políticos. A partir del 27 de octubre, estoy convencido, se va a empezar a
construir una página nueva en la historia de Buenos Aires.
22 de octubre de 2013
21 de octubre de 2013
Tiempo de Encuentro en Radio Bemba
Este jueves a las 21 horas sale al aire "Tiempo de Encuentro" por Radio La Bemba.
Para los que se perdieron el primer programa, lo compartimos. Para escuchar el programa, clikleá acá: Tiempo de Encuentro - Programa Cero
17 de octubre de 2013
Macri sigue cerrando las puertas de la escuela pública a los sectores populares
En la Ciudad
de Buenos Aires hay doce mil cuatrocientas
tres (12.403) personas de más de diez años que son analfabetas. En términos
porcentuales, no hay diferencias con respecto a 2006. Pero si miramos en números
reales, la cantidad de individuos que no saben leer y escribir ha crecido. En
contraste, el analfabetismo se redujo en el resto del país, tanto en valores
absolutos como relativos.
Al recorrer
los barrios de la ciudad, y conversar con los vecinos, se descubre un problema
recurrente: la elevada cantidad de niños en lista de espera para acceder a establecimientos
educativos de nivel inicial. Hay un acta acuerdo, de febrero del 2011, donde el
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) reconoce la legitimidad del
reclamo judicial iniciado por la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia
(ACIyJ). La ONG denuncia que debe cesar “la exclusión escolar de miles de niños
y niñas de 45 días a 5 años debido a la falta de vacantes en escuelas de
gestión estatal”.
En el acuerdo
con ACIyJ, el jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, asumió
obligaciones y compromisos concretos a fin de dar una solución definitiva al
problema. El gobierno PRO se comprometió
a realizar todas las obras necesarias cuya fecha de finalización no excedería
el 2012. Por otra parte, antes del 31 de
marzo de 2011, el GCBA debía presentar un detalle de las nuevas obras adicionales
que se llevarían a cabo en los Distritos escolares N° 2, 3, 6, 7, 8,11, 12, 14
y 18, cuyas demandas de vacantes insatisfechas no podían ser resueltas con las tareas
individualizadas en el plan.
El gobierno de
la Ciudad no cumplió: no presentó el detalle de las obras adicionales y tampoco
se estableció la realización de acciones anexas para ningún otro distrito. Al
margen de este incumplimiento, incluso suponiendo que se finalicen las que se
encuentran en ejecución, miles de pibes seguirán en listas de espera para
acceder al nivel inicial en 2014.
Desigualdad
social y territorial en la ciudad PRO
Si analizamos
la educación en los grupos familiares vemos que: la mitad de los jefes de hogar
de la Ciudad cuenta con un nivel de instrucción igual o superior al universitario
incompleto, casi un tercio tiene secundario sin terminar, mientras que el
universo de los que sólo cuentan con el primario, concluido o no, ronda el 18%.
Sólo un 0,3% de los cabezas de hogar carece de instrucción.
A pesar de lo positivo
de estos datos en términos de nivel educativo, es importante notar la variación
que estas cifras muestran según las comunas. Las del Sur y la Comuna 1 (Retiro,
Puerto Madero, San Nicolás, San Telmo, Constitución) concentran la mayor
proporción de jefes de hogar sin instrucción. En la Comuna 4 (La Boca,
Barracas, Parque Patricios, Nueva Pompeya) representan el 34,6%. En estas zonas
también se registran las más altas proporciones de cabezas de hogar con nivel primario
incompleto y completo.
Las Comunas del
norte, por su parte, son las que detentan mayores niveles de jefes de hogar con
el universitario finalizado o no. En la Comuna 2 (Recoleta), por ejemplo, el 80%
ha realizado o concluido estudios universitarios mientras que en la Comuna 8
(Villa Soldati, Villa Riachuelo, Villa Lugano), este porcentaje desciende al
16,5%.
Como
fuerza política debemos despejar el humo amarillo del PRO para advertir que en
la Ciudad, la gestión de Macri no tiene política pública dedicada a superar la
pobreza mediante el acceso a la educación garantizado a toda la población. Todo
lo contrario: Los gremios docentes denuncian que el gobierno de la Ciudad viene
bajando el presupuesto educativo, que pasó del 30% hace 10 años a 21,7% este
año. El macrismo busca compensar la menor inversión reduciendo la matrícula de
la escuela pública y aumentando los subsidios a la
educación privada. Este año avanzó con más políticas de exclusión al
implementar el nuevo sistema de inscripción online o por teléfono para escuelas
públicas porteñas. Los docentes agrupados en UTE-Ctera denunciaron que la
medida es una barrera para las familias de menores recursos que pueden no tener
herramientas tecnológicas, como acceso a Internet;
Como parte de
la discusión de la campaña, tenemos la obligación de explicarle al ciudadano
que con la generación de un entramado cultural se puede aumentar la
inclusión social. Que mientras Macri destruye la educación pública en la
ciudad, el gobierno nacional y popular aumentó en
la década ganada el presupuesto en educación al 6,5% del PIB, estableció la enseñanza media obligatoria, se
crearon más de 1.500 escuelas y más de 50 universidades, 3 millones y medio de
jóvenes acceden a computadoras con el Programa Conectar igualdad, entre tantas otras medidas que junto con la
Asignación Universal por Hijo, hicieron que muchos más pibes vayan a la escuela. Que en
la ciudad de Buenos Aires se puede construir colegios, jardines y guarderías y
beneficiar a los sectores de clase media que hoy destinan una porción de sus
ingresos en gastos reservados a la educación de sus hijos. Pero para eso, hay que echar a la derecha de
la ciudad.
(Foto: kaiul-kaiul.blogspot.com.ar)
El Bondi Místico - Encuentro Popular de Artistas: Bondi Místico: viaje hacia un destino capicúa!
El Bondi Místico - Encuentro Popular de Artistas: Bondi Místico: viaje hacia un destino capicúa!: Dicen que nunca fue así. Que en otros tiempos, la niebla amarilla y el olor a limón no tapaban el sol ni borraban los perfumes de la ciu...
6 de octubre de 2013
Nuevo Encuentro lanza la campaña de recepción de artículos eléctricos y electrónicos
Del
5 al 12 de
octubre los
locales de Nuevo Encuentro de la Ciudad de Buenos Aires funcionarán
como centros de recepción de aparatos electrónicos y eléctricos,
que luego serán donados a la Asociación Civil Centro Basura Cero.
Allí se reutilizan y reciclan aquellos elementos que se
pueden
recuperar, y se lleva a disposición final –según la legislación
actualmente vigente- lo que no puede
recibir otro tratamiento.
El
avance y
recambio tecnológico cada vez más acelerado hace que descartemos
más electrodomésticos y productos electrónicos que hace unos años
atrás, generando una mayor cantidad de residuos de ese tipo. Según
estimaciones del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI),
en Argentina se desechan unas 120 mil toneladas de Residuos de
Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE), es decir, basura
electrónica, por año. Por su parte, la Cámara Argentina de
Máquinas de Oficina, Comerciales y Afines (CAMOCA), estima que en la
Argentina hay en desuso cerca de 66.000 toneladas de RAEE, sólo
considerando computadoras, impresoras, monitores, fotocopiadoras y
afines.
CAMOCA proyecta que
para 2020, esa cifra ascenderá a 215.000 toneladas de residuos
electrónicos de computadoras, que contendrán 2 toneladas de
arsénico (suficiente para contaminar 225 millones de litros de agua
para beber), 3 toneladas de mercurio y casi 10.000 toneladas de
plomo. Al menos el 75% de esos desechos pueden recuperarse.
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