La bandera de “ La Comi” - nuestra Comisión de Comunicación- viene
atrás. Atrás de la columna de Nuevo Encuentro, en plena marcha. Por
momentos se pierde, plegada, cuando faltan compañeras y compañeros, para
ondearla. Parece un sinsentido para el que no conoce. Si se observa con
detenimiento, sin embargo, no hay mucha preocupación en los cumpas.
Algo raro, que merece explicación.
En general, los colores nos convocan, nos dicen “acá estamos nosotros”
en medio de ese mar de nosotros, ese mar picado y contradictorio. En
cada esquina, en cada paso, nos vamos encontrando los que vamos siendo,
al amparo del abrazo de las sombras flameadoras. ¿Donde estamos,
entonces, La Comi?
Para encontrarnos no hace falta más que dejarse llevar por los
vientos de la época. Este 24 de marzo se cumple un nuevo aniversario del
golpe de Estado. Y en la marcha, estamos La Comi. Estamos los que van y
vienen, los que entran y salen, los que se van temprano y los que
llegan tarde. Pero estamos los que somos y los que somos volamos como la
espuma de la ola que ha venido a desparramar mil consignas en el
presente. “Podrán cortar mil flores pero no....”. Hubo una época en que
fue angustia. Después se sumaron los reclamos de justicia. Y la memoria.
Y esa marcha de marchas que es baja y pleamar fue pariendo el tiempo
en que de la tierra regada con sangre volvieran a aparecer los brotes.
Brindamos la anulación de las leyes de impunidad en una plaza semi vacía
y absorta. Vimos bajar ese cuadro. Pero eso fueron sólo unas flores de
la esa primavera que no pudieron detener. Esa que también tiene días
fríos y lluviosos y milicos juzgados y condenados y también la poesía
apuntando no sólo sobre los jornaleros del crimen sino sobre los dueños
del circo de terror que buscaron vanamente diluirse en otoños de
obediencia debida y punto final.
Pero esa primavera tiene otras flores
más coloridas y perfumadas. “PROCREAR” y “PROGRESAR” son algunas de las
consignas de esta “ARGENTINA CONECTADA”, de esta patria que se llama
“todavía falta mucho” pero que sabe que la memoria es no olvidar que
ayer nomás la tele era en blanco y negro te secuestraban y te mataban
por pensar distinto. Y que ayercito nomás, con Internet y celulares y
todo, revolver basura para encontrar comida era deporte nacional y la
cana te seguía matando aunque avisaras desde el techo de la dignidad que
“aquí solo hay pibes comiendo”.
Ahí estábamos La Comi, en una de esas luchas florecidas en marchas y
contramarchas, que se llama “ley de medios”. Porque el presente es de
lucha y ya nuestro y la marcha sigue siendo de Memoria, Verdad y
Justicia. Y lo que alguna vez eran semillas de biblioteca, como la
pluralidad de voces, la democratización de la palabra, se convirtió en
un hoy que hay que regar y seguir sembrando.
Ahí estábamos la Comi, desparramados las nosotras y nosotros en pos de
la foto, el video, el registro, construyendo ese pequeño granma
audiovisual para disputar la batalla cultural, esa que hoy grita
“Democracia o Corporaciones”, esa que hoy necesita que las otras
nuestras voces seamos narradas.
Desde siempre venimos cantando que "en cada lucha, ellos están...”. Y hoy, nos fundimos en toda
la escena para narrar esos momentos, esas esquinas, esos encuentros, eso
hoy, que nos dicen que sí, que sí, que están volviendo.