El pasado 23 de septiembre conmemoramos un nuevo aniversario del Día Nacional de los Derechos Políticos de la Mujer en memoria de la publicación de la Ley 13.010, que consagró la igualdad de derechos políticos entre las mujeres y los hombres de nuestro país. Fue ese día de 1947 cuando Eva Perón, desde el balcón de la Casa Rosada y ante una gran multitud, anunció la promulgación de la ley: “Mujeres de mi patria: recibo en este instante de manos del gobierno de la Nación la ley que consagra nuestros derechos cívicos.”
El derecho al sufragio femenino y la incursión de la mujer en la política no había sido una conquista fácil en el mundo y menos aún en la Argentina. Tuvieron que transitar una gran cantidad de proyectos, luchas e iniciativas para que la mujer pudiera ser tenida en cuenta en la agenda política nacional. Finalmente, el 9 de septiembre de 1947, el Congreso sancionó la Ley 13.010 de los Derechos Políticos de la Mujer, que amplió el derecho del sufragio universal a las mujeres. Unos días más tarde, el 23 de septiembre, Evita promulgaba la ley frente a una plaza de Mayo colmada.
La ley dejaba establecido que las mujeres argentinas tendrían los mismos derechos políticos y estarían sujetas a las mismas obligaciones que les acuerdan o imponen las leyes a los varones argentinos, y que regiría para la mujer la misma ley electoral que para el hombre, debiéndosele dar su libreta cívica correspondiente como documento de identidad indispensable para todos los actos cívicos y electorales.
El peronismo había podido concretar en ley una iniciativa que contaba con una profunda e histórica lucha de importantes sectores de la sociedad. En 1907 Alicia Moreau de Justo había creado el Comité Pro-Sufragio Femenino y, en 1911, Julieta Lanteri había logrado que se la inscribiera en el padrón municipal de la Ciudad de Buenos Aires, convirtiéndose en la primera mujer de toda Sudamérica en ejercer el derecho al voto en las elecciones municipales celebradas el 26 de noviembre de aquel año.
Ese mismo año, el diputado socialista Alfredo Palacios presentó el primer proyecto de ley de voto femenino pero que no fue tratado en el Congreso. Por ese entonces, las mujeres eran consideradas “incapaces”, por el propio Código Civil de 1871. Recién en 1926, por la Ley 11.357 de ampliación de la capacidad civil de la mujer, este obstáculo fue superado pero la mujer aún no tenía el derecho al voto.
Se presentaron luego otras 22 iniciativas legislativas hasta que el 9 de septiembre de 1947 pudo sancionarse finalmente la ley 13.010 y el 23 de septiembre Evita proclamó “Es la victoria de la mujer sobre las incomprensiones, las negaciones y los intereses creados de las castas repudiadas por nuestro despertar nacional”.
La ley dejaba establecido que las mujeres argentinas tendrían los mismos derechos políticos y estarían sujetas a las mismas obligaciones que les acuerdan o imponen las leyes a los varones argentinos, y que regiría para la mujer la misma ley electoral que para el hombre, debiéndosele dar su libreta cívica correspondiente como documento de identidad indispensable para todos los actos cívicos y electorales.
El peronismo había podido concretar en ley una iniciativa que contaba con una profunda e histórica lucha de importantes sectores de la sociedad. En 1907 Alicia Moreau de Justo había creado el Comité Pro-Sufragio Femenino y, en 1911, Julieta Lanteri había logrado que se la inscribiera en el padrón municipal de la Ciudad de Buenos Aires, convirtiéndose en la primera mujer de toda Sudamérica en ejercer el derecho al voto en las elecciones municipales celebradas el 26 de noviembre de aquel año.
Ese mismo año, el diputado socialista Alfredo Palacios presentó el primer proyecto de ley de voto femenino pero que no fue tratado en el Congreso. Por ese entonces, las mujeres eran consideradas “incapaces”, por el propio Código Civil de 1871. Recién en 1926, por la Ley 11.357 de ampliación de la capacidad civil de la mujer, este obstáculo fue superado pero la mujer aún no tenía el derecho al voto.
Se presentaron luego otras 22 iniciativas legislativas hasta que el 9 de septiembre de 1947 pudo sancionarse finalmente la ley 13.010 y el 23 de septiembre Evita proclamó “Es la victoria de la mujer sobre las incomprensiones, las negaciones y los intereses creados de las castas repudiadas por nuestro despertar nacional”.