Bajo tierra, en el subsuelo de
la ciudad, corre desde hace más de 100 años el subterráneo de Buenos Aires. El
primer metro en un país de habla hispana. “Este medio de transporte, que fue
orgullo de los argentinos, lleva años de abandono” señaló Roberto Pianelli, Secretario
General de la Asociación Gremial de los Trabajadores del Subte y Premetro) en nuestro programa de radio “Tiempo de Encuentro”.
Beto, como lo conocemos los
militantes de Nuevo Encuentro, nos comentó que el centenario subte “tiene
apenas 55 kilómetros contra los 150 kilómetros que tiene el metro chileno con
apenas 30 años de vida” Este no es un dato menor ya que muestra a las clara la “política
reaccionaria” de transporte publico llevada a cabo por todos los gobernantes.
“Una política pública inexistente y parasitaria –asegura Pianelli- hizo que no
tengamos un subte acorde a nuestra ciudad”.
“Madrid, una capital muy parecida
a la nuestra, tiene 250 kilómetros de vías. Y además, la capital de España, no
tiene un conurbano del que entran dos millones personas por día", comparó
Pianelli. “Esto nos indigna como laburantes y como usuarios". Las estaciones
están destruidas, el abandono es grave. El gobierno del PRO acostumbrado a
llenar todo de humo amarillo nos hace creer que poniendo pantallas táctiles y
LED TV en las estaciones se solucionan los problemas estructurales”.
Esta desprotección hacia los usuarios es la misma que traslada a los trabajadores que “luchamos y reclamamos resguardo adecuado”. Pianelli asegura que hace más de un año se firmó un acta con SBASA y METROVIAS para blindar las boleterías, sistema similar al utilizado en San Pablo (Brasil). Al momento del reportaje, el acuerdo seguía sin cumplirse (hoy el macrismo promete blindar 15 boleterías de las 83 existentes).
La custodia de las seis líneas
de subterráneo estuvo a cargo de la Policía Federal pero cuando se firmó el
traspaso de Nación a Ciudad de Buenos Aires, en enero del 2013, se fijó como
fecha límite el 31 de mayo pasado para que la Policía Metropolitana tomara el
control total de la seguridad en formaciones, andenes y boleterías. La
situación se agravó no sólo porque hay menos efectivos sino porque dejaron de estar
donde se venden los pasajes para “pasear
con sus trajes fluorescentes por los andenes para que el usuario los vea".
El titular del gremio aseguró
además que “serán unos 50 o 60 hombres de la Policía Metropolitana los que
están en las seis líneas, en contraste con los casi 300 que tenía la Policía
Federal”. Pianelli explicó que “el lugar más caliente, donde se maneja el dinero
de la recaudación, no tiene custodia y es una invitación a que los asalten.
Eligieron combatir a los `pungas` en las formaciones pero es más importante
evitar robos en las boleterías”.